La victoria frente al octavo equipo de la tabla, que completó el inglés Adam Johnson con otro tanto, permite a los Citizens continuar primeros de la Premier League, dos puntos por delante de sus vecinos del Manchester United.
Los de Roberto Mancini no dejaron traslucir la presión que supone tener tan cerca en la tabla a los Diablos Rojos y saltaron al campo dispuestos a cumplir con el estilo de juego que dicta el técnico italiano.
Los Citizens se hicieron dueños del balón desde el primer minuto para acercarse al área rival sin impaciencia, a base de largas triangulaciones.
Esa estrategia servía a los locales tanto para crear las primeras ocasiones de peligro como para evitar sufrir sin el balón, ya que el Stoke esperaba en su campo dispuesto a lanzar contragolpes rápidos.
El deseo de controlar el partido hizo que el City basara su juego en las combinaciones horizontales y no encontró durante el primer tramo del choque la verticalidad necesaria para inquietar al guardameta danés Thomas Sorensen.
A pesar de la falta de profundidad y de goles, el encuentro era un monólogo de los locales, ante un Stoke que parecía resignado a luchar por el empate ante un conjunto que ha demostrado su autoridad en la Premier League desde el principio de la temporada.
No fue hasta la media hora de juego cuando el Kun logró que el marcador reflejara el dominio de los locales sobre el césped.
El español David Silva se escurrió entre los defensas del Stoke para dejarle el balón al marfileño Touré Yaya, que forzó al portero del Stoke a despejar con una mano un centro envenenado.
Agüero, ubicado en el lugar preciso del área pequeña, solo tuvo que empujar el esférico al fondo de la red para sumar el decimotercer gol en su cuenta personal desde que llegó al City este verano.
Con el marcador inaugurado, los nervios afloraron en el equipo visitante, mientras que los de Mancini supieron mantener un férreo control sobre el duelo.
Antes de concluir el primer tiempo, un error de la defensa del Stoke dejó el balón a los pies del inglés Adam Johnson, quien, al borde del área, no dudó en colocar un potente disparo al borde del palo izquierdo que Sorensen no pudo alcanzar.
Con la tranquilidad asentada en el césped el Etihad, Agüero selló el tercero a los diez minutos del segundo tiempo, cuando el francés Samir Nasri cruzó un balón raso, horizontal, por el interior del área del Stoke y habilitó al internacional argentino, de quien se habían olvidado los defensas, para rematar a placer.
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