«Muito Obrigado de Coração, todos os dias entro na página e vejo todo o trabalho e fico muito feliz por ver que a gente gosta de mim. Amo este club e jogo a jogo vou a dar sempre o máximo, ás vezes as coisas não saem bem, mas a raça vai estar sempre aí. obrigado e um forte abraço a todos. Somos os Maiores!!» Javi Garcia


quarta-feira, 26 de dezembro de 2012

Manchester City no pudo con el Sunderland y se alejó más de la punta


El Manchester City visitaba el Stadium of Light con la idea de llevarse los tres puntos. Cuestión innegociable si los de Roberto Mancini querían seguir peleando por la Premier League. El día conocido como “Boxing Day” es una tradición inglesa que permite disfrutar de sus equipos preferidos a familias enteras siempre justo después del día de navidad dónde los británicos suelen apurar sus vacaciones invernales.

Los hombres de Martin O’Neill están siendo este año anfitriones generosos, ganando únicamente dos partidos en lo que va de competición. Sin embargo los de Mancini sufrieron derrochando sangre, sudor y lágrimas. Y más allá de ser una licencia literaria el propio Zabaleta tuvo que ser atendido con una herida muy fea. Una acción fortuita que acabó con los tacos del rival en la frente del argentino. Pasados unos minutos pudo volver al campo con un aparatoso vendaje en la cabeza.


Y así fue todo el partido de los Citizens, un sufrimiento continuo, pese a dominar la pelota en gran parte del partido. Tenían la sensación de que tarde o temprano llegaría su gol, pero también eran conscientes de que el Sunderland les podía aplicar un serio correctivo en cualquier momento. Carlos Tévez y Sergio Agüero combinaban bien pero no acababan de dar en la tecla. Dejaban una sensación de “deja vu” en sus hinchas que no se explican cómo con tanta cantidad y calidad en su delantera, no consiguen transformar un porcentaje digno de ocasiones de gol.

De nuevo con Zabaleta como protagonista, el argentino sufrió una nueva acción dolorosa que terminó con su cuerpo en el césped. Lejos de dar pena, propició que los locales pudieran disparar desde lejos a Joe Hart, el cual, sorprendido, se 'comió' el balón que había rematado su excompañero Adam Johnson. Entre que Johnson creía imposible que el balón pasara entre el torso y el brazo de Hart, y que no se veía bien si el balón había entrado o golpeado la red por fuera, los fanáticos y los propios jugadores tardaron unos segundos en celebrar el gol, el 1-0 que sería el resultado definitivo.

A partir de ahí el partido fue de ida y vuelta, pero los locales supieron mantener la ventaja conseguida. El Manchester City se volcó con todo lo que pudo y a pesar de que jugó por minutos un gran fútbol comandado por Yaya Toure, se lo vio inconsistente y precipitado, agobiándose porque se terminaba el partido y no se levantaban del tropiezo. Así acabó y ya son siete puntos los que separan al equipo de Mancini de los Red Devils de Sir Alex Ferguson.

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